En honor a la verdad, permítanme expresar que, ya en sí mismo su nombre es una muestra de mestizaje, adaptación y crecimiento.
Hija y nieta de rusos, italiano y venezolana.
Esta hermosa mujer, que posee un talento proverbial, nació en nuestro Delta del Orinoco.
A su padre, Eugenio, a quien le decíamos, cariñosamente el ruso, le tributábamos reconocimiento y admiración por la versatilidad para los asuntos técnicos. Era también un hombre lleno de adrenalina, sobre todo, cuando hacía los riesgosos vuelos de fumigación en la Isla de Guara.
La señora madre de Morelza, era la cariñosa e insigne maestra de escuela Luisa Mancini, a quien todo el pueblo deltano le rendía palabras de aprecio por su mística y abnegada labor, tesonera y apostolar para la formación de las sucesivas generaciones. La maestra Luisa, nuestra excelente vecina en la urbanización La Fundación y extraordinaria ciudadana.
Se me ocurre decir que Morelza es lo que llamaríamos, en esta época, una “amazona moderna”.
Su niñez está llena de historias en Tucupita, que al escucharlas y analizar todo cuanto ha llegado a alcanzar, los relatos parecen extractos maravillosos de un cuento de hadas. Afianzada la descripción por el hecho de nacer, estudiar y crecer en esta porción geográfica venezolana; y hoy, en base a sus propios méritos, se encuentra proyectada internacionalmente.
Morelza inicia sus estudios en la Escuela Ceferino Rojas Díaz, y siguiendo la trayectoria de su nonna (abuela) y mamá, continúa en el Colegio Sagrada Familia, donde se graduó de bachiller en 1987.
Siendo muy joven aún, se trasladó a Caracas, donde cursó estudios de Diseño Industrial y posteriormente de Arquitectura. Comenzó su vida laboral trabajando en una empresa transnacional de montajes de exposiciones; allí con apenas 21 años fue gerente de proyectos de esta multinacional Suiza.
Un tiempo después, comenzó su primera aventura profesional independiente. Se atrevió a fundar su particular empresa, dedicada a organizar, crear y diseñar exposiciones y montaje de stands para marcas y empresas de gran renombre como Bosch, Hewlett-Packard, IBM, Black & Decker, etc.
Nos confiesa, en esta amena conversación, que ella estaba consciente que: “Por mi constante contacto con empresas multinacionales, entendí que para seguir creciendo debía aprender inglés, así que me mudé a Salt Lake City, capital del estado de Utah en el Oeste de los Estados Unidos, donde mientras estudiaba inglés, trabajé en diferentes sitios, con asignaciones muy diversas”.
Brevemente, nos expone algo en su condición de madre y mujer: “A finales del dos mil nace mi primer hijo Matthew, y un año después, mi hija Kristyn. Por inspiración de ellos decidí estudiar Gerencia y Negocios, y lo compaginé con un trabajo, que me ofrecieron, en una cadena de tiendas americana. Allí logré alcanzar la Gerencia de Servicio al Cliente. Más tarde conseguí la oportunidad en la transnacional sueca, IKEA, como Gerente de Operaciones para Servicio al Cliente”. Diremos que una vertiginosa y sostenida manera de enfrentar la vida.
Le preguntamos, por la indetenible y hermosa trayectoria para encumbrarse, con su espíritu de superación, y nos señala: “Le cuento que después de varios años decidí volver a emprender y me licencio en Bienes Raíces, hoy en día, gracias a Dios, tengo una exitosa carrera en el Real Estate, me desempeño actualmente en la Presidencia de la Asociación de Relator Hispanos de Salt Lake City bajo las siglas en inglés NAHREP (National Asociación of Hispanic Real Estate Professionals)”.
Creo, Morelza, que ya es tiempo de descubrir, según tu criterio, ¿qué te apasiona?
“Mi verdadera pasión es el servicio que yo pueda dar a la gente. Además, señor Abraham, me encanta leer y estudiar; por eso he logrado varios certificados Internacionales como en Programación Neuro Lingüística y Neuro Coaching. Hoy en día, puedo decir que soy una reconocida Coach del mundo empresarial”.
“Quiero agregar algo más a la pregunta anterior sobre lo que me apasiona — añadió en el interesante diálogo—me apasiona la gente como ya le dije; también sus culturas, la fotografía, el arte y el tenis”.
Nos enteramos, Morelza, que has sido galardonada con diferentes premios… “Si – responde—y uno de los más significativos para mí, es uno recientemente otorgado por el Fiscal General del Estado de Utah por Servicio a la Comunidad y en especial por mi contribución constante y apoyo a la comunidad venezolana en este estado”.
Morelza está absolutamente segura que con perseverancia y disciplina en combinación con los valores básicos como el respeto, la humildad y la integridad se tiene la sustentación y firmeza para alcanzar el éxito. Ella refuerza nuestro aserto, de la siguiente manera: “leer, estudiar y prepararse, son los que abrirán esas puertas tan deseadas, porque los tiempos de Dios son perfectos, pero debes estar preparado para cuando ese momento llegue”.
Morelza considera que ser exitoso no necesariamente te hace el mejor. “Señor Abraham, lo que realmente te hace el mejor es poder ayudar a alguien más a serlo, dejando así una huella imborrable en ese corazón que tocas al entregar lo mejor de ti”.
Cuánta hermosura y talento en esta deltana.
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